Las asambleas ambientalistas, en campaña
contra la megaminería.
Pueblos originarios y asambleas de
Catamarca, Chubut y Río Negro exigen que se cumplan los derechos indígenas y
ambientales.
Desalojos por la explotación de litio,
movilización para reiterar el "no a la minería" y reivindicación de
los derechos indígenas y leyes ambientales. Sucede en Catamarca, Chubut y Río
Negro, donde asambleas ambientalistas denunciaron el accionar de las multinacionales
Pan American Silver, FMC Corporation y Patagonia Gold. "El extractivismo,
como política de Estado, no tiene grieta. Y desde los años 90, con el cambio en
la legislación de muchos países de Latinoamérica, todos los gobiernos han
apostado al desarrollo de la megaminería", cuestionó la Asamblea de
Vecinos de Esquel.
El litio es señalado por empresarios,
funcionarios y académicos progresistas como "el oro blanco" y
publicitado como fuente de ingreso de divisas. Se utiliza en baterías de
teléfonos, computados y en autos eléctricos. Catamarca y Jujuy son dos de las
provincias donde avanzan las empresas y son rechazadas por las comunidades
locales.
El 22 de agosto, vecinos de Antofagasta de
la Sierra (Catamarca), realizaron un corte selectivo en la ruta provincial 43
en rechazo a la construcción de un acueducto desde el río Los Patos a un nueva
planta procesadora de litio de la empresa Minera del Altiplano (de la
multinacional FMC Corporation), a cargo de la explotación de litio Salar del
Hombre Muerto.
El 30 de octubre, en la misma localidad y
por la misma avanzada minera, la policía de Catamarca ingresó con violencia al
campo de la familia Morales. Hubo dos detenidos y una persona hospitalizada.
Las asambleas socioambientales y organizaciones nucleadas en Pucara (Pueblos
Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación) denunciaron que el trasfondo
de la represión es el interés de la empresa minera para construir un camino
alternativo para el traslado de sus insumos.
La Unión de los Pueblos de la Nación
Diaguita de Catamarca emitió un comunicado de rechazo al acueducto para las
empresas mineras y exigió a funcionarios (municipales, provincias y nacionales)
"suspender todo tipo de actividades extractivas" que afectan las
territorios comunitarios. Recordó la violación sistemática de los derechos de
los pueblos indígenas (Convenio 169 de la OIT, Ley 26.160 y Constitución
Nacional) y alertó que, para defender sus comunidades, los diaguitas harán
"uso del legítimo derecho a la autodefensa del territorio".
Chubut es una referencia nacional en la
lucha contra la megaminería. En 2003, plebiscito mediante, la comunidad de
Esquel logró frenar a la multinacional Meridian Gold. El 81 por ciento de los
votos dijo "no" a la actividad extractiva. Producto de la movilización
en toda la provincia lograron la Ley 5001, que prohíbe la megaminería.
Los distintos gobiernos provinciales
intentaron derogarla. Y, con la crisis económica-política actual, funcionarios
locales se expidieron en favor de la cuestionada actividad. La multinacional
Pan American Silver redobló su política de lobby para construir su proyecto
(llamado "Navidad") en el centro geográfico de Chubut. Duplicó su
publicidad en diarios y radios porteñas y de Chubut, y reforzó lazos con los
intendentes de la zona.
En este contexto, vecinos de Esquel
(integrantes de la Asamblea local) entregaron a Alberto Fernández un manual
llamado "Hablemos de megaminería", donde sistematizaron todos los
argumentos y pruebas de por qué la actividad es nociva para el ambiente, la
comunidad y el país.
El 25 de octubre lo esperaron durante horas
en la puerta de la oficina en San Telmo, intercambiaron unas palabras, le
entregaron el manual y hasta se sacaron una foto con el Presidente electo. En
un comunicado la Asamblea de Esquel recordó que, previo a las elecciones
nacionales y provinciales, las organizaciones socioambientales de Chubut
utilizaron un eslogan que resume su pensamiento: “Gane quien gane, que pierda
la megaminería”.
Las asambleas socioambientales (muchas de
ellas nucleadas en la UAC --Unión de Asambleas Ciudadanas--) se declaran
apartidarias. La entrega del libro, además de ser un hecho de visibilización
política, tiene la intención de visibilizar ante el Presidente electo que
muchas comunidades rechazan la actividad que le proponen gobernadores
cordilleranos y empresas trasnacionales.
En Río Negro, ante el avance inconsulto del
proyecto minero de oro y plata Calcatreu, medio centenar de organismos de
derechos humanos, comunidades mapuches, iglesias, sindicatos y organizaciones
sociales --entre otras-- reiteraron su rechazo a la actividad extractiva. El
proyecto está ubicado en cercanías a la localidad de Ingeniero Jacobacci y es
impulsado por la multinacional Patagonia Gold.
Las organizaciones puntualizaron en la contaminación
ambiental de la megaminería, el sobreconsumo de fuentes de agua, la falsa
promesa de puestos de trabajo. "Conocemos lo sucedido en otras comunidades
donde estos emprendimientos se han instalado, sabemos que nada de lo que se
promete termina siendo como lo plantean, sabemos que estas explotaciones no
mejoran la vida de las comunidades, sino que la lastiman", afirman la
Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche, el Consejo Asesor Indígena,
Nora Cortiñas, los obispos de Viedma y Bariloche, Misioneros Claretianos, el
Equipo de Pastoral Aborigen (Endepa) y la Asociación Ecologista Piuke, entre
otros. Denunciaron que la megaminería "sólo sirve para hacer ricos a los
más ricos y empobrecer a las grandes mayorías" y reiteraron un reclamo básico
de la democracia: que la "comunidad decida" si quiere o no
actividades extractivas en su territorio.